jueves, 23 de diciembre de 2021

Un laburo de jornada completa

“En este sentido, la funcionaria remarcó que la Orquesta Sinfónica ‘podría trabajar un poco más’ y no sólo 3 horas por día de lunes a viernes.” (fmcapitalsalta.com.ar, citando a Sabrina Sansone, Secretaria de Cultura de la Provincia de Salta)

Cuando un músico profesional de orquesta escucha durante sus tratativas gremiales esa ‘clásica’ frase, lo invade la desazón por el puro peso de la inconmensurable ignorancia de sus patrones políticos. “Los músicos de orquesta trabajan tres horas por día” es una afirmación del nivel de una criatura de cinco años que piensa que la electricidad sale “naturalmente” de la toma eléctrica (nada sabe de ingeniería, diques y usinas detrás del fenómeno).

Señoras y señores funcionarios: sepan de una vez que el “home office” no es un invento de tiempos de pandemia del Covid. En la profesión de músico existe desde hace siglos, sólo que aquí se llama “claustro de estudios”.

La fórmula lacónica sería la siguiente: en casa, el músico aprende su parte; en ensayo aprende las partes de los demás.

Más completo:
Un recién egresado del conservatorio que acaba de ganar un concurso internacional de oposición y antecedentes para entrar en una orquesta y que tiene que aprender en el lapso de una semana (la siguiente será un programa diferente) complejísimas obras de Beethoven, Brahms, Mahler, Strauss, Shostakovich o de un centenar de otros compositores, por brillante que sea, vive durante años con la angustia de llegar a ser eventualmente el que arruinará el concierto del viernes próximo, por pifiar pasajes aprendidos de modo apresurado, meterse accidentalmente en un silencio o atascarse por sobretensión corporal. El puro volumen del repertorio a asimilar y la dificultad técnica del mismo que está a menudo a igual altura que las piezas más complejas del repertorio de solista que ha estudiado durante su formación, se presenta como un mar a beber. Cada ‘estreno personal’ de una obra difícil es una empresa altamente estresante. Recién al cabo de unos años (en los que apenas hay descanso en fines de semana o vacaciones), cuando nuestro candidato ya ha incorporado unas cuantas obras del repertorio troncal, la presión empieza a disminuir paulatinamente.

El estudio y entrenamiento casero de las partes es entonces la mayor parte de la jornada laboral de un músico, la que los funcionarios políticos suelen ignorar olímpicamente, la que el músico cumple también en tiempos de cuarentena, por la simple necesidad de mantenerse profesionalmente 'en forma'.
A continuación, el golpe de gracia no se hace esperar: “Un integrante de la orquesta [de Salta] cobra no menos de 90 y 80 mil pesos. Hay que ver si está bien invertido y se justifica el gasto" (la misma Sabrina Sansone de arriba).

Veamos un poco esta parte, la cotización salarial:
La formación específica de un músico profesional dura en promedio 15 años (compárese con médicos, ingenieros, arquitectos, abogados). Una orquesta sinfónica completa reúne entonces más o menos 1500 años de formación específica en un espacio reducido, una acumulación de formación profesional concertada por metro cuadrado que posiblemente representa un singular récord entre todos los ámbitos laborales. Por la condición inherente de las clases individuales, dicha formación es además una de las más caras en todo el ámbito académico (a menudo parcialmente solventado del propio bolsillo). El músico es probablemente el único trabajador en el ámbito laboral público que aporta un considerable capital privado en forma de su herramienta de trabajo, su instrumento musical (¿cuándo se supone que pueda recuperar todos estos gastos?).

Su labor artística en un equipo de semejantes profesionales especializados se desarrolla luego semana tras semana ante la mirada crítica del público y de la prensa especializada. Si llega a publicarse un registro multimedia en Internet, queda expuesta a la mirada del mundo y la competencia internacional.

¿Hay una profesión más calificada, más transparente, más ‘jugada’, más honesta, más laboriosa, más rendidora en el ámbito público?
Qué irritante que haya todavía funcionarios en áreas de Cultura a los que les parece correcto o incluso cuestionable cuando un sueldo de músico profesional se encuentra en el rango de la canasta básica.

Sra. Secretaria, ¿cuánto gana usted?


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